Hermès fue fundada en 1837 con el nombre de Harnacheur Sellier. Es este encuentro entre el Caballo, el cuero y la artesanía lo que sigue escribiendo la historia hasta el día de hoy.
Cada sillín es el resultado de la petición de un jinete y de la combinación de las más bellas pieles. Se piensa, se replantea y se refina hasta el último detalle. Su montaje se realiza con conocimiento, técnica, pasión y precisión. Los artesanos lo fabrican a mano y aseguran su solidez gracias a la famosa «puntada Sellier» realizada con un hilo y dos agujas.
Mi silla: Hermès Vivace
Heredero de la silla Steinkraus, la silla de salto de Hermès Vivace me ofrece una sensación de proximidad inigualable entre el caballo y su jinete, a la vez que me proporciona una comodidad óptima. Aprecio especialmente su equilibrio y su avanzado centro de gravedad. Todas mis monturas están hechas a mis medidas y las de mis caballos para su mayor bienestar.